La inscripción de este acto tiene por fin dar a conocer los nombres de las personas a quienes se les ha reconocido – notarial o judicialmente- su condición de herederos respecto de determinado causante, declarándolos como sus herederos legales. Esta inscripción es importante porque a partir de ella se tiene certeza de la vocación de la calidad de heredero.
Al no haber manifestación de voluntad del que otorga la herencia, esta será sustituida por la ley que dispondrá el orden entre los herederos y la parte que le corresponderá a cada uno de ellos. El fundamento de esto radica en la necesidad que no queden posiciones jurídicas vacantes respecto a la titularidad de los bienes.